La red neuronal (por defecto) Raichle, Marcus E.
Las regiones del cerebro que persisten activas cuando la mente divaga distraída pueden encerrar la clave para comprender los trastornos neurológicos y la propia consciencia.
Imagínese que está a punto de quedarse dormido en la tumbona de su terraza, con una revista en el regazo. De repente, una mosca se posa en su brazo. Usted agarra la revista y aplasta el insecto. ¿Qué estaba pasando en su cerebro después de que se posara la mosca? ¿Y qué estaba pasando justo antes? Durante mucho tiempo, la mayoría de los neurólogos han supuesto que buena parte de la actividad neural que se desarrolla en el cerebro cuando uno se halla descansando se corresponde con un estado de abatimiento, de somnolencia. Desde ese punto de vista, la actividad del cerebro en reposo no es más que un ruido aleatorio, parecido a la nieve que aparece en la pantalla del televisor cuando la cadena ha dejado de emitir. Por tanto, cuando la mosca se posa en su antebrazo el cerebro se centra en la tarea consciente de aplastar al bicho.
Pero ciertos análisis recientes llevados a cabo mediante técnicas de formación de imágenes han revelado algo bastante sorprendente: en el cerebro de una persona tumbada sin hacer nada se está llevando a cabo una cantidad notable de actividad significativa.
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