Solemos asociar el colesterol a las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, cada vez hay más datos que muestran que este lípido tiene una gran importancia para la salud del cerebro, donde se encuentra una cuarta parte del colesterol del cuerpo. Han descubierto que una alteración bastante común de un gen que controla el tamaño de las partículas de colesterol ralentiza la evolución de la demencia y protege contra la enfermedad de Alzheimer.
Las personas con esta mutación, que consiste en el cambio de un aminoácido (isoleucina) por otro (valina) en el gen para la proteína transportadora de ésteres de colesterol (CETP), mostraron un enlentecimiento de la pérdida de memoria, según un estudio publicado este mismo año en el Journal of the American Medical Association. Los probandos con dos alelos de valina experimentaron un declive cognitivo un 51 por ciento más lento que los que poseían isoleucina y una reducción del 70 por ciento en el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.
Los resultados son todavía provisionales y se desconocen las causas de esa protección cognitiva, pero el gen se ha vinculado a la longevidad y ya se están diseñando medicamentos que alteren la función de CETP para el tratamiento de enfermedades cardíacas. Quizás estas terapias proporcionen algunos de los beneficios cognitivos revelados en dicho estudio.
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